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El correo neumático de Capital


En muchas películas distópicas como Brazil , se utilizó como medio humorístico relativo a la era industrial, pero en su momento fue un símbolo de avance en las comunicaciones. Se trata del Correo Neumático y en Buenos Aires tardó, pero también lo tuvimos.
El correo neumático es un sistema para enviar cartas mediante tubos de aire presurizado que fue inventado por el ingeniero escocés William Murdoch en la primera década del siglo XIX y más tarde desarrollado por la London Pneumatic Dispatch Company. Los sistemas de correo neumático fueron usados en varias grandes ciudades empezando en la segunda mitad del siglo XIX. Y Buenos Aires era una gran ciudad a la moda.
En noviembre de 1887, siendo presidente el doctor Miguel Juárez Celman y vicepresidente el doctor Carlos Pellegrini, se sancionó la ley 2245 autorizando la instalación de un correo neumático en la Capital Federal. El 24 de noviembre del mismo año se votó en el Congreso la partida de fondos para su instalación.


El 3 de julio de 1888, el presidente Juárez Celman suscribe el decreto comisionando al ingeniero Otto Krause (si, el mismo que da nombre a nuestra primer escuela técnica): “[...] para que bajo la superintendencia de la Dirección General de Correos y Telégrafos practique los estudios necesarios y presente el proyecto y planos definitivo, con las especificaciones y memorias correspondientes, para instalar debidamente el correo neumático en la Capital [...].
El 25 de julio del mismo año, el director general de Correos y Telégrafos, doctor Ramón J. Cárcano y el ingeniero Otto Krause, firman el convenio respectivo con un plazo de cinco meses para cumplir con la presentación del proyecto y sus respectivos planos.
Krause cumplió su compromiso en los tiempos pautados para concretar la instalación del correo neumático, pero problemas de índole técnico, político y burocrático postergaron la ejecución por más de cuarenta años. Uno de los factores –técnicos– consistía nada menos que en la complejidad de la instalación subterránea de las tuberías.
Para 1912 comenzaron las obras para habilitar el túnel de cargas del Ferrocarril Oeste, que hoy todavía circula entre Puerto Madero y la zona de la intersección de la avenida Díaz Vélez y Bulnes. Dicho túnel quedó habilitado el 15 de febrero de 1916. La relación con el correo se daría porque posteriormente se utilizó esta misma construcción para instalar los tubos del correo neumático que permanecen aún como mudo testigo de la obra.


Mejor tarde que nunca, el 13 de abril de 1934, bajo la presidencia del general Agustín P. Justo se inaugura el correo neumático . Lamentablemente, Krause, mentor y entusiasta del proyecto, había fallecido el 14 de febrero de 1920, quizá habiendo olvidado su antiguo sueño.
El diario La Nación del 10 de abril de 1934 destaóa un título que dice:  Será inaugurado el viernes parte del servicio de tuberías neumáticas de Correos y Telégrafos.
La Dirección General de Correos y Telégrafos inaugurará el viernes próximo a las 9,45 una parte de la red subterránea de tubos neumáticos para sus comunicaciones dentro del radio metropolitano y con la que esa dependencia se propone simplificar considerablemente algunos de los servicios que le está confiados en la ciudad.El acto inaugural se cumplirá en el puesto número uno de la malla de conductos, situado en la plaza del Congreso, calle Rivadavia a la altura de Montevideo, con la presencia de los altos jefes de la repartición y de algunos invitados. [...] Se trata, por lo demás, de un moderno medio de comunicación adoptado por los países más adelantados en materia postal y telegráfica y que ha de proporcionar también entre nosotros un evidente beneficio público. [...]
El correo neumático que funcionó en Buenos Aires era una maravillosa obra con un recorrido –entre ida y vuelta– de 21 kilómetros que con las desviaciones de los ramales alcanzaba los 60 kilómetros, siempre teniendo en cuenta el doble viaje, es decir 30 kilómetros de recorrido total.
El mecanismo, como ya se señaló, consistía en la alternancia automática entre dos bombas neumáticas. La primera, de emisión, “empujaba” un torpedo ajustado al tubo, y en la mitad del trayecto se desaceleraba hasta detenerse, y de inmediato en forma automática comenzaba a funcionar la bomba del extremo receptor “aspirando” la carga.

No es Buenos Aires
Cada torpedo cilíndrico, de aluminio con tapa de cuero, incluía cartas expreso y hasta treinta telegramas. Unía el palacio central de Correos y Telecomunicaciones con los principales puntos de la Capital Federal.
El recorrido constaba de 14 estaciones donde funcionaban 52 aparatos transmisores e intermediarios y cada ramal podía trabajar en forma independiente.
La velocidad media del torpedo era de 12 metros por segundo y podía emitirse con una frecuencia de dos minutos.
En Plaza Congreso, donde se realizó el acto inaugural, se encontraba el puesto retransmisor Nº 1, cuya estructura hoy se mantiene pero sin el cartel que decía: “Correos y Telégrafos. Servicio neumático” de la foto.

No es Buenos Aires
Esa planta actuaba de empalme donde se efectuaba el desvío a la Sucursal deseada o a la Agencia Principal (A.P.). Desde allí se procedía a la inmediata distribución con destino final.
En los cinco primeros días de funcionamiento el promedio de 1.304 piezas diarias aumentó a 1.424, es decir un incremento de 120 unidades llegando en ocasiones a 1.905 piezas.
A pesar de la innovación, la totalidad de los usuarios habituales del correo común no utilizaban este servicio con frecuencia, estaba más circunscrito a operaciones comerciales.
En sus treinta y cuatro años de funcionamiento hubo muchos ciudadanos de Buenos Aires que ignoraron su existencia.
El 6 de noviembre de 1970 –después de 36 años de inaugurado– dejó de funcionar la red del correo neumático de Buenos Aires.
Su vida fue efímera, aunque larguísima para la acelerada tecnología actual .


Sin embargo la tecnología sobrevive y es una solución económica para la mediana y gran empresa, laboratorios y hospitales, que requieran el envío de piezas entre un punto y otro de manera rápida y segura


Como para que todo "vaya por un tubo"

Taluego

Fuentes: http://serdebuenosayres.blogspot.com y Wikipedia

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