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Como dar medicamentos a un gato...


1 - Tome al gato y acúnelo con su brazo izquierdo como si estuviera sosteniendo a un bebé. Posicione el índice y el pulgar de su mano izquierda para aplicar una suave presión a las mejillas del gato mientras sostiene la píldora con la derecha. Cuando el gato abra la boca, arroje la píldora dentro. Permítale cerrar la boca a los efectos de que el gato trague la píldora.

2 - Levante la píldora del suelo y al gato de detrás del sofá. Acune al gato en su brazo izquierdo y repita el proceso.

3 - Traiga al gato del dormitorio y tire la píldora baboseada a la basura.

4 - Tome una nueva píldora de la caja, acune al gato en su brazo izquierdo manteniendo las patas traseras firmemente sujetas con su mano izquierda. Fuerce la apertura de mandíbulas y empuje la píldora dentro de la boca con su dedo medio. Mantenga la boca del gato cerrada mientras cuenta hasta 10.

5 - Saque la píldora de la pecera y al gato de arriba del armario. Llame a su esposo, que esta en el jardín.

6 - Arrodíllese en el suelo con el gato firmemente sostenido entre sus rodillas. Mantenga las patas traseras y delanteras quietas. Ignore los gruñidos que el gato emite. Pídale a su esposo que sostenga la cabeza del gato con una mano mientras le abre la boca con una regla de madera. Arroje la píldora dentro y frote vigorosamente la garganta del gato.

7 - Traiga al gato del portarrollos de la cortina. Traiga otra píldora de la caja. Recuerde comprar una nueva regla y reparar las cortinas. Barra cuidadosamente los trozos de figuras de porcelana y póngalos aparte para pegarlos luego.

8 - Envuelva al gato en una toalla grande y pídale a su esposa que lo mantenga estirado, con sólo la cabeza visible. Ponga la píldora en una pajita de gaseosa. Abra la boca del gato con un lápiz. Ponga un extremo de la pajita en la boca del gato y el otro en la suya. Sople.

9 - Verifique la caja para asegurarse de que la píldora no es dañina para seres humanos. Beba un vaso de agua para recuperar el sentido del gusto. Aplique apósitos a los brazos de su esposa y limpie la sangre de la alfombra con agua fría y jabón.

10 - Traiga el gato del tejado del vecino. Tome otra píldora. Ponga el gato en el armario y cierre la puerta sobre su cuello, dejando solo la cabeza fuera del mismo. Fuerce la apertura de la boca con una cuchara de postre. Arroje la píldora dentro con una bandita elástica.

11 - Vaya al garaje a buscar un destornillador para volver a colocar la puerta del armario en sus bisagras. Aplíquese compresas frías en las mejillas y verifique cuando fue su última dosis de vacuna contra el tétanos. Arroje la remera que tenía puesta en el lavarropas y tome una limpia del dormitorio.

12 - Llame a los bomberos para bajar al gato del árbol de la calle de enfrente. Discúlpese con su vecino que se estrelló contra su reja tratando de escapar del gato furioso. Tome la última píldora de la caja.

13 - Ate las patas delanteras del gato a las traseras con una cuerda. Átelo firmemente a la pata de la mesa de la cocina. Busque guantes de trabajo pesado. Mantenga la boca del gato abierta con una pequeña palanca. Ponga la píldora en la boca seguida de un gran trozo de carne. Mantenga la cabeza vertical y vierta medio litro de agua a través de la garganta del gato para que trague la píldora.

14 - Haga que su esposo la lleve a la sala de emergencias. Siéntese tranquilamente mientras el doctor le venda dedos y frente, y le saca la píldora del ojo. En el camino de vuelta, deténgase en la mueblería para comprar una nueva mesa.

15 - Arregle con una oficina inmobiliaria para comprar una nueva casa para el gato y llame al veterinario para averiguar si tiene algún hámster para vender.

PARA LOS “IGNORANTOS E IGNORANTAS"


Carta de una Profesora

Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 69 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.

En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente:

la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".

Luego, cuando eras un poco mayor, llegaba "Semillitas", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto.

Eso sí, en el Semillitas, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.

En Primaria estudiábamos Lengua, Matemáticas, Ciencias, no teníamos Educación Física.

En 6º de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te bajaban y bien bajada la nota.

En Bachillerato, estudié Historia de España, latín, Literatura y Filosofía.

Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda...

Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección.

Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura.

Y... vamos con la Gramática.

En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales.

El participio activo del verbo atacar es "atacante";

el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente".

¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene identidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "ente".

Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.

De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”.

Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por la dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hacen más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).

Les propongo que pasen el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

LA HISTORIA DE LA CANCIÓN “LIBRE” DE NINO BRAVO


La canción “Libre” está inspirada en la historia de Peter Fechter, un jovencito de poco más de 18 años, “casi veinte”, que fue el primer alemán que intentó saltar en 1962 el recién estrenado muro de Berlín. Llegó al muro acompañado de un amigo, Helmut Kubelik, que por suerte si llegó rebasarlo, pero Peter, una vez que “extendió sus alas” y se encaramó al mismo, recibió el alto de los soldados soviéticos, pero como dice la canción “marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó” y de esta manera, al no ser atendido el alto, dispararon sobre el joven que fue alcanzado por varios disparos y cayó del muro en lo que se denominaba “zona de nadie”. Allí quedó tendido a la vista de todos, ciudadanos, periodistas y militares, pidiendo auxilio mientras se desangraba a borbotones, sin poder moverse por la seriedad de las heridas, y sin nadie que se atreviera a recogerlo. Los occidentales tenían miedo de recibir disparos en aquella nueva situación y tan solo se atrevieron a lanzarle un botiquín, que de nada sirvió a un Peter Fechter casi moribundo y a cada minuto con menos vida. Los rusos a los que pertenecía la zona muerta aguardaron unos interminables 50 minutos de agonía del joven hasta que procedieron a recogerlo, momento que queda recogido en la foto que acompaña el texto.

El pueblo berlinés que presenciaba la escena gritaba a ambos bandos que remediaran la muerte de aquel jovencito, pero nadie hizo nada, incluso las fuerzas occidentales impidieron que ningún civil acudiera a ayudarlo. Al final, en el lugar del suceso solo quedaron flores que fueron lanzadas por los indignados berlineses.

No sería el último en morir en el muro, aun vendrían 260 más. El último fallecido de esta larga lista fue Chris Gueffroy, en 1989, que curiosamente tenía tambien veinte años… Hoy en día hay un monumento en el lugar en el que cayó Peter y también hay una canción cuya letra viene bien releer desde esta nueva óptica. Nino Bravo la escribió tras la impresión que le provocaron las imágenes que del suceso salieron en la prensa mundial y accesibles desde el buscador de google y que hoy os adjuntamos a esta entrada.

La canción que todos hemos canturreado alguna vez decía:

Tiene casi veinte años y ya está

cansado de soñar;

pero tras la frontera está su hogar,

su mundo y su ciudad.

Piensa que la alambrada sólo

es un trozo de metal

algo que nunca puede detener

sus ansias de volar.

Libre,

como el sol cuando amanece yo soy libre,

como el mar.

Libre,

como el ave que escapó de su prisión

y puede al fin volar.

Libre,

como el viento que recoge mi lamento y mi pesar,

camino sin cesar,

detrás de la verdad,

y sabré lo que es al fin la libertad.

Con su amor por bandera se marchó

cantando una canción;

marchaba tan feliz que no escuchó

la voz que le llamó

y tendido en el suelo se quedó,

sonriendo y sin hablar;

sobre su pecho, flores carmesí

brotaban sin cesar.


Con afecto. Victor Zegarra

SE METIERON CON LA GENERACION EQUIVOCADA


En la fila del supermercado, el cajero le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente.

La señora pide disculpas y explica: "Es que no había esta moda verde en mis tiempos."

El empleado le contestó: "Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente."

Tiene razón, le dice la señora: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos:

- En aquel entonces, las botellas de leche, de refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.

- Subíamos las escaleras, porque no había escaleras eléctricas en cada comercio ni oficina, así se conservaba energía eléctrica.

- Íbamos caminando a los negocios en lugar de ir en autos de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer 1 kilómetro.

- Por entonces, lavábamos los pañales de los bebes porque no había desechables.

- Secábamos la ropa tendida en cordeles, no en secadoras que funcionan con energía eléctrica. La energía solar y la eólica secaban verdaderamente nuestra ropa.

- Entonces teníamos una televisión o radio, en casa, no un televisor en cada habitación.

- En la cocina, molíamos en mortero y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hiciesen por nosotros.

- Cuando empaquetábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos viejos arrugados para protegerlo, no plástico de burbujas.

- En esos tiempos no usábamos cortadoras de pasto a bencina, para cortar el césped; usábamos una cortadora de pasto que funcionaba a músculo.

- Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre caminadoras mecánicas que funcionan con electricidad.

- Bebíamos directamente de la llave o en vaso de cristal cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico desechables cada vez que teníamos que tomar agua.

- Cambiábamos las hojas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la máquina sólo porque la hoja perdió su filo.

- En aquellos tiempos, los niños iban en sus bicicletas a la escuela o caminando, en lugar de usar a su mamá o papá como taxista.

- Teníamos un enchufe en cada habitación, no varios multicontactos para alimentar una docena de artefactos.

-Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales desde satélites situados a miles de kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más cercana.

- Usábamos teléfonos fijos y sólo había uno cada diez casas, hoy Uds. tienen 10 por cada casa, y cuando los desechan las baterías contaminan la tierra y miles de litros de agua.

- Así que me parece lógico que la actual generación se queje continuamente de lo IRRESPONSABLES que éramos los ahora viejos por no tener esta maravillosa moda verde en nuestros tiempos.


Desconozco el autor.

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