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Escapándole a Dios


En el campo hay bichos que son fáciles de arrear. Por ejemplo las abejas. Lo importante es juntar la majada tratando de que las más mansas logren puntear en la dirección correcta. Si esto se consigue, es seguro que todo el resto las seguirá, apretándose incluso al llegar a la puerta en su afán de entrar primero.Pero hay otros animales que no son
fáciles de arrear. Entre ellos está el cerdo. Me perdonarán aquellos que desearían que el cerdo no entrara a formar parte del elenco de las parábolas. Pero recuerden que se nos han metido hasta en el evangelio, y en cantidad. Y los entendidos dicen que este animalito tiene hábitos que lo hacen bastante parecido al ser humano. Por ejemplo en sus hábitos alimenticios, ya que devoran de todo, igual que nosotros. También se nos parecen en la terquedad, que suele ser bastante ingenua en ellos. Si uno quiere llevar un chancho para adelante, y el chancho se ha empecinado en no ir, van a ser inútiles todos los esfuerzos por tironearlo del hocico o por empujarlo desde atrás. En esos casos hay que recurrir a una treta. Esta puede ser doble: colocarlo en la dirección correcta y luego tirarle de la cola para atrás. Entonces el animal para llevarnos la contra tirará para adelante y así llegará al lugar donde queremos llevarlo. La cola le servirá de timón, pero teniendo cuidado de tirarlo siempre en la dirección contraria a la que nosotros queremos conducirlo. La otra manera es dejarlo en libertad, y asustarlo para que dispare. Para ello habrá que asustarlo desde el lado opuesto a fin de que dispare hacia donde nosotros queremos que vaya. De esta manera, creyendo huir de nosotros, marchará justamente hacia el lugar donde ya no podrá más que entregarse por encontrarse embretado. Conocer a los animales es una manera de conocernos a nosotros mismo. Para eso sirven las parábolas, ya sea que traten de bichos o de personas. En realidad, en los dos casos simplemente se refieren a nosotros. Les quiero contar un cuento paisano que, aunque nacido en otro pagos, se nos ha acriollado aquí. Por eso su vestimenta es la nuestra.

Se llamaba Ciriaco. Hombre de campo avezado a todo, no era persona de entregarse así nomás a los reveses de la vida. Siempre había pelados las dificultades, y pensaba seguir haciéndolo mientras la suerte y la vida lo ayudasen.

Una vuelta se dio una misión en su pago. Y allá fue Ciriaco, como buen cristiano, aunque por precavido escuchó de a caballo el sermón que el misionero predicaba a la paisanada reunida junto a un gran algarrobo que sombreaba el rancho que funcionaba como capilla.

El cura también era buen conocedor del alma de su gente. Si en algo era experto, lo era en humanidad. Sabía bien que aquí no se trataba de hacer mucha teología. Simplemente había que conseguir que cada uno arreglase sus cuentas con Tata Dios, porque en cualquier momento el lazo de la vida se podía cortar, y convenía estar preparado. Y en esta argumentación, el cura agarró vuelo y comenzó a cortar por lo duro asegurando que la muerte era una cosa seguro. Tan segura era la muerte que Tata Dios ya sabía perfectamente dónde ésta se encontraría con cada uno, en qué momento esto se daría y de la manera que la muerte nos llegaría. Y presintiendo que Ciriaco era de los más duros para entregarse, dirigió el guascazo de su palabra hacia él afirmando:

- Por ejemplo, Usted, Don. Por más que tenga buen caballo y ni siquiera se haya bajado para escuchar el sermón, no se imagine que le podrá disparar a Dios, como se le dispara a la policía o a una tormenta que se nos viene encima. Por más que dispare, es seguro que a la hora y momento que Tata Dios ya tiene fijado, usted no faltará a la cita en el lugar preciso que la muerte ya conoce y donde le está esperando.

A Ciriaco, la advertencia lo golpió en la matadura. Receloso por instinto, y precavido por costumbre, no se hizo repetir el sermón. Eso podría ser cierto para los demás. Para Ciriaco, estaba todavía por verse.

Y sin esperar más, le cerró espuelas a su moro pampa, que salió como avestruz por esos campos de Dios. Magnífico el flete. Capaz de correr boleado, y de saltar los alambrados sin necesidad de que el jinete se bajara. Al ratito nomás, Ciriaco y su montado eran un punto en el horizonte, gambeteando por entre los talas y chañares. La bandera de su poncho flameaba al aire como emblema de libertad salvaje, dejando flecos perdidos a las ramas, de los espinillos que pretendía retenerlo. Mientras, el paisano se iba diciendo por dentro:

-¡A mí me van a agarrar! Sentada me va a tener que esperar la Muerte, si es que piensa alcanzarme cuando ella quiera. Ciriaco morirá cuando quiera, dónde quiera y de la manera que él quiera. Que para eso es muy hombre, y encima bien montado.

En estos decires iba, mientras tragaba leguas de pampa y monte, ganando terreno por los atajos que sólo el conocía, atravesando arroyos que sólo él conocía, donde nadie lo hubiera hecho. Temeridad de hombre, volaba en su pingo cuerpiando los ñandubay y saltando las pencas sin siquiera rozarlas. En una hora hizo el camino que otro había tenido que hacer en tres. Y cuando más distancia devoraba, más se enceguecía en su convicción de que esta vez la muerte se quedaría con las ganas porque, lo que es, él no pensaba darle el gusto.

Una hora más anduvo de esta manera. Ya su caballo era un manchón de espuma blanca del anca a las verijas. Ciriaco sentía trasmitiéndose a su cuerpo el temblor del cansancio que iba ganando el de su montado. Pero empecinado en su afán de huirle a la muerte, no le daba tregua a las espuelas y al talero con el que castigaba, ya casi inconscientemente, a su generoso animal.

Y así entró en el último trecho de monte antes de salir a campo abierto. Y fue allí. Un tronco atravesaba el camino. Ciriaco insistió a su caballo a saltarlo limpiamente, como lo hiciera con todos los demás. Pero los vasos de su flete tropezaron brutalmente contra el obstáculo. Ciriaco sintió que el animal se le iba de entre las piernas. Las espuelas se le enredaron en el cojinillo y la parte delantera del poncho en la cabecera de los bastos. Salió despedido de cabeza y fue a dar con todo el peso de su cuerpo contra un guayacán, desnucándose.

En ese momento vio apoyada contra el tronco del mismo árbol a la Muerte, que le decía con asombro:

-¡Formalidá, Ciriaco! ¡Esta vez no creí que llegarías a tiempo!

 
 (cuento de Mamerto Menapace)

Colaboración de Margarita Grigera

'Mamerto Menapace' es su nombre, no es un apodo, nacio en Malabrigo, región del Chaco santafesino, hoy norte de la provincia de Santa Fe, el 24 de enero de 1942. Mamerto es un monje y escritor argentino.
Hijo de María Josefina, noveno de trece hermanos, monje benedictino del monasterio Santa María de Los Toldos desde el año 1952. Desde marzo de 1962 a diciembre de 1965 realizó sus estudios de teología en Chile, en el monasterio benedictino de Las Condes, donde fue ordenado diácono por el cardenal Raúl Silva Henríquez, en 1966, fue elegido superior en septiembre de 1974, en agosto de 1980 es bendecido como primer abad de su comunidad de Los Toldos por el cardenal Eduardo Pironio. Fue abad del Monasterio de Santa María de los Toldos por dos períodos, desde 1980 hasta 1992.
Es escritor de cuentos, poesías, ensayos bíblicos, narraciones, reflexiones. Se inspira un tanto en el Cura Brochero. Publica en la Editora Patria Grande desde 1976. Ha editado numerosos libros muy famosos en el ámbito de la Iglesia católica en Argentina y también en el extranjero. Fue ordenado sacerdote el 4 de diciembre de 1966. Ha publicado más de cuarenta libros con temas que van desde el encuentro con Dios al crecimiento en la fe.

Chequeo médico de Martín Fierro


Si sos un tipo feliz
sin temores y sin miedos
no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo,
porque te vas a enterar,
sin siquiera suponerlo,
que estás en las diez de últimas
aunque te cueste creerlo.

Seguro van a decirte
que te sobran triglicéridos
lo mismo que fosfolípidos,
sin colesterol del bueno,
y que por los ateromas;
que ellos te van produciendo
ya tenés la cañería
tapada de medio a medio:
que eso preanuncia un infarto,
que todo es cuestión de tiempo...

También te puede ocurrir
que te encuentren un bloqueo,
una elongación de aorta
que no augura nada bueno;
taquicardia sinusal
que habrá que parar a tiempo,
o una isquemia de cuidado
en el ventrículo izquierdo.

Son enormes las variantes
del informe del chequeo,
todo es cuestión del color
del cristal de tu galeno:
inflamación en el colon,
irritación en el recto,
que el intestino delgado
no absorbe los alimentos;
exceso de fosfatasas
o carencia de anticuerpos;
que puedas tener mareos
por culpa del oído medio,
enfisema pulmonar,
úlcera en el duodeno,
insuficiencia renal,
cálculos en el colédoco;
y hasta te pueden decir
aunque no entiendas ni medio,
que "hay una falla en el ácido
desoxi-rribonucleico".

Y aunque te sientas fenómeno
y así le insistas al médico,
lo tenés que aceptar todo
porque lo dice el chequeo.
Lo que más te va a asombrar
-aunque en esto seas un lego-
es la gran similitud
de todos los tratamientos
excluyendo, por supuesto,
el tema medicamentos:
siempre una dieta hiposódica,
andar kilómetro y medio
y nada de carnes rojas
ni embutidos ¡y ni quesos!;
sí pescado -bien hervido-,
y pollo, pero sin cuero...

Tendrás que decirle adiós
a tus grandes compañeros:
el whisky y el cigarrillo,
y hasta al cafecito negro.
Si a vos, que antes del chequeo,
casi te creías Tarzán,
poco menos que un pendejo,
te digan "que estás pa'l jonca
si no lo tomás en serio"...

Por eso querido amigo
a aconsejarte me atrevo:
si sos un tipo feliz,
sin temores y sin miedos,
¡no se te ocurra jamás,
DEJARTE HACER UN CHEQUEO!

Elección


Entre el Parkinson y el Alzheimer,

me quedo con el Parkinson...

Siempre es preferible derramar un poco de vino, que olvidar dónde carajo dejé la botella


Corbata Rojo Punzó


Campaneando una vidriera
la pebeta del local me cautivo
y de gil le compre una corbata de ceda
brillante de color rojo punzo.

Y salí a pavonearme por el barrio
con ese andar canyengue de varón
y al andar con tanto firulete
sentí como que el vientre me llamo.

Urgido por la angustia incontenible
que trae un desarreglo estomacal
acelere mis pasos al boliche
y al baño me mande sin saludar.

Y viendo que el motivo de mi angustia
bajaba con la fuerza de un tropel
mas calmo y ante el echo consumado
descubro, con pavor, que no hay papel.

¡No hay papel!,
me he metido en un embrollo
no queda nada en el rollo
¿Cómo resuelvo el dilema?.

¡No hay papel!,
ni siquiera un pedacito
un boleto, un manuscrito
que me salve del problema.

¡No hay papel!,
corrugado cartulina
o un pedazo de cortina
que me ayude en la ocasión.

¿Por qué será que la vida
nos trae cosas ingratas?,
sacrifique la corbata
de ceda rojo punzo


 

Gran poeta y boxeador


Celedonio Esteban Flores nació en la ciudad de Buenos Aires,en el barrio de Villa Crespo, habitado mayoritariamente por criollos e inmigrantes de diferentes orígenes. En ese activo foco de cultura popular transcurrió su infancia y su adolescencia, convirtiéndose en los años 20 en un poeta y letrista de gran popularidad y de hábitos bohemios. En su juventud también fue boxeador.

Sus tangos, muchas veces sentenciosos y moralizantes, con descripciones de sus personajes, recurrían abundantemente al lunfardo, el argot local de la región del Río de la Plata. Su mejor etapa creativa abarcó hasta principios de los años 30.

En 1920 envió al diario Última hora, ya desaparecido, un poema titulado "Por la pinta", recibiendo 5 pesos como retribución. Los versos de dicho poema llamaron la atención de Carlos Gardel y de su compañero de dúo, José Razzano, que le pusieron música, creando el tango "Margot". Éste era una amarga crítica a la muchacha humilde y bonita que se acomoda y pervierte para escapar de su destino de pobreza.

Gardel grabó 21 temas de Celedonio, entre los cuales se encontraba uno de los mayores éxitos de toda su trayectoria: "Mano a mano", tango en el que un varón salda cuentas con la mujer a la que amó y le ofrece su desinteresada ayuda para cuando ella sea "descolado mueble viejo". Entre los otros tangos que grabó destacan "Mala entraña", "El bulín de la calle Ayacucho", Viejo smoking, "Malevito", "Canchero" y "Pan". Este último contiene una descarnada crítica social, frente a la miseria que siguió a la crisis de 1930. Por razones comerciales, durante varios años Flores escribió exclusivamente para Rosita Quiroga, una notable cantante de fuerte carácter arrabalero y poco refinada. Con el paso de los años, los tangos de Celedonio comenzaron a formar parte de los repertorios de numerosos cantantes, desde Ignacio Corsini y Alberto Gómez, hasta Edmundo Rivero y Julio Sosa.

Otras letras que aunaron valor y éxito fueron las de "Muchacho", "Viejo coche", "Sentencia" (una canción de protesta), "Atenti, pebeta" (tema de corte humorístico), "Pobre gallo bataraz", "Si se salva el pibe" y "Por qué canto así". "La musa mistonga", compuesto por Celedonio y grabado por Rosita Quiroga el 1 de marzo de 1926, fue la primera grabación que utilizó el sistema fonoeléctrico en Argentina.

Cuando murió, llevaba ya cuatro años la imposición de una férrea censura gubernamental sobre las letras de tango, de las que se suprimía todo término lunfardo y cualquier referencia social o moral que no coincidiera con las tesis del gobierno creado a raíz del golpe militar del 4 de junio de 1943. Las letras de las composiciones de Celedonio fueran modificadastanto que amargaron los últimos años de vida de Celedonio. La censura fue desapareciendo después, pero él no vivió para verlo.

Corrientes y Esmeralda, es un tango con mucha fuerza interpretativa… ahí está Buenos Aires con un retrato que aguanta el tiempo, aunque ya no pase el tranvía por Esmeralda.Siempre se comenta que el negro Celedonio Flores “movió” cien metros la gran esquina de tango, que era Corrientes y Maipú porque para versificar le venía mejor Esmeralda, también esquina de tango sin dudas.Gardel lo ha cantado pero no llegó a grabarlo y cambiaba su nombre por el del francés “Charles Boyer”. Este tango con letra de Celedonio Esteban Flores y música de Francisco Nicolás Pracánico fue escrito en 1922, pero mayormente difundido a partir del '33, a lo que ayudó posteriormente el proceso de ensanche de la calle Corrientes, con la consecuente demolición de su vereda norte, lo que cambió notablemente la fisonomía del lugar, avivando la nostalgia de sus antiguos habitués. La que se transcribe a continuación es la letra original, si bien la mayoría de las orquestas grabaron una versión adecentada, con algunas estrofas menos y lenguaje más castizo. El sentido de sus versos es el siguiente(con aclaraciones numeradas):

CORRIENTES Y ESMERALDA
Amainaron guapos junto a tus ochavas
cuando un cajetilla los calzó de cross
(1)
y te dieron lustre las patotas bravas
allá por el año... novecientos dos...
(2)

Esquina porteña, tu rantecanguela
(3)
se hace una melange de caña, ginfitz, (4)
pase inglés y monte, bacará y quiniela, (5)
curdelas de grappa y locas de pris. (6)

El Odeón
(7) se manda la Real Academia (8)
rebotando en tangos el viejo Pigall, (9)
y se juega el resto la doliente anemia
que espera el tranvía para su arrabal.
(10)

De Esmeralda al norte, del lao de Retiro,
franchutas papusas caen en la oración
a ligarse un viaje, si se pone a tiro,
gambeteando el lente que tira el botón.
(11)

En tu esquina un día, Milonguita
(12), aquella
papirusa criolla que Linnig (13) mentó,
llevando un atado de ropa plebeya
al hombre tragedia
(14) tal vez encontró...

Te glosa en poemas Carlos de la Púa
(15)
y el pobre Contursi (16) fue tu amigo fiel...
En tu esquina rea, cualquier cacatúa
sueña con la pinta de Carlos Gardel.
(17)

Esquina porteña, este milonguero
te ofrece su afecto más hondo y cordial.
Cuando con la vida esté cero a cero
te prometo el verso más rante y canero
para hacer el tango que te haga inmortal.
(18)

----------------------------------
Notas:
(1) Se refiere a un incidente que habría protagonizado el Ing. Jorge Newbery (1875-1914), conocido como pionero de la aviación nacional, quien por aquel entonces fuera un joven de la aristocracia local que alternaba entre los sitios más dispares, desde el Jokey Club o el Círculo de Armas, hasta el boliche de Hansen o la esquina de Corrientes y Esmeralda. Como joven snob practicó todos los deportes en boga del momento, entre ellos el boxeo, que era conocido como el deporte ciencia, por la precisión de sus golpes minuciosamente estudiados. De esta manera, se dice que en un enfrentamiento entre Newbery y los compadritos que paraban en esa esquina, el primero respondió a las agresiones aplicando a uno de los pendencieros un preciso cross a la mandibula que lo dejó fuera de combate.

(2) Con el calificativo de "patotas bravas" se alude a los grupos de jóvenes farristas y provocadores que frecuentaban la esquina a comienzos de siglo, más precisamenteel año 1902, y que le "dieron lustre", es decir, realzaron su categoría, claro está que se trata de su categoría de esquina guapa y bravucona.

(3) Con la expresión "rantecanguela" alude a las personas de vida irregular y hábitos nocturnos que pululaban por la calle Corrientes y alrededores, entre los que podía encontrarse individuos de toda laya, aunque por lo general de la peor.

(4) Viene a signifiar que la "rantecanguela" mencionada en le verso anterior, generaba una mescolanza conformada por los elementos detallados en este verso y en los dos siguientes. Ginfitz era una mezcla de ginebra con gaseosa.

(5) Enumera distintos juegos de azar. Pase inglés: juego de dados; monte criollo y bacará: juegos de naipes; quiniela: quiniela.

(6) Borrachos bebedores de grappa y consumidoras de cocaína. Pris es un vocablo que deriva del francés prise que se aplica principalmente al rapé y que, por extensión, en este caso viene a significar "uñada de cocaína".

(7) Teatro inaugurado en 1891 (previamente había funcionado allí el Edén y, luego, el Variedades) en un complejo proyectado por el arquitecto Fernando Moog donde también funcionaban el hotel Roi y el restaurante Royal Keller, reconocido bar literario de la época. Se transformó en una esquina porteña por excelencia. Por su escenario pasaron personalidades como Leopoldo Lugones, Jean Jaurés, Anatole France, Enrico Ferri y artistas como Margarita Xirgu, Eleonora Duse, RuggeroRugeri y Coquelin, entre muchos otros.
En 1985, el Ministerio de Educación y Justicia lo declaró monumento histórico, pero a principios de la década del 90, durante la gestión de Carlos Grosso al frente de la ciudad, se dejó sin efecto esa protección y se autorizó la demolición del teatro. Hoy, la mítica esquina es una playa de estacionamiento.

(8) Alude a la presentación en el referido teatro de la obra La dama boba de Lope de Vega por la compañía que la actriz española María Guerrero dirigía con su esposo. Cuentan que fue tal la emoción que la actriz sintió por el fervor demostrado por el público porteño, que decidió homenajear a la ciudad con la construcción del Teatro Nacional Cervantes.


(9) Royal Pigall: famoso cabaret ubicado en Corrientes 825, donde más tarde funcionó el Tabarís. Allí actuaron las orquestas de Roberto Firpo, Francisco Canaro y Eduardo Arolas, entre otros. El hecho de mencionarlo a continuación del Odeón es para resaltar el contraste cultural que existía en el lugar, con propuestas culturales y de alto nivel académico como la del teatro, y otras eminentemente más populares.

(10) Se refiere a los habituales alternadores de esa esquina, por lo general personas pobres, quienes extenuadas y mal alimentadas emprendían el regreso en tranvía hacia sus hogares suburbanos echando mano a lo último de sus fuerzas.

(11) El sentido general de la cuarteta sería el siguiente: "Del lado norte de Esmeralda, hacia Retiro, bonitas meretrices se hacen presentes al caer la noche, para marcharse con algún ocasional cliente, si se presenta la ocasión, eludiendo hábilmente la mirada del oficial de policía".

(12) Se refiere al personaje del tango de 1920 Milonguita, del poeta uruguayo Samuel Linning(1988-1925), a quien en el tango se nombra también como Estercita y cuya identidad corresponde para algunos a Esther Torres, quien vivió en una casa de inquilinato en Chiclana 3051, mientras que para otros se trata de María Esther Dalton, que vivió a una cuadra de allí en Chiclana 3148. Cuentan que ambas murieron afectadas por la tuberculosis antes de cumplir 18 años y que el escenario de las andanzas de Milonguita fue el cabaret Royal Pigall.

(13) Ver nota anterior.

(14) Con "el hombre tragedia" se alude al personaje de El hombre que está solo y espera de Raúl Scalabrini Ortiz (1898-1959), que define un prototipo de porteño, solitario y taciturno, y lo ubica en la esquina de Corrientes y Esmeralda.

(15) Carlos de la Púa es el seudónimo con que Carlos Raúl Muñoz y Pérez firmaba sus libros. Nació en la ciudad de la Plata, provincia de Buenos Aires, en enero de 1898. Murió en Buenos Aires en mayo de 1950. Se lo llamaba "El malevo Muñoz"o simplemente "El Malevo". Comenzó sus trabajos como escritor colaborando en la revista "El Hogar", luego en 1925 se incorporaba a diario Vespertino "Crítica". Publicó un único libro: La crencha engrasada (1928), considerado la obra máxima de la lunfardía. Fue guionista de Tango (1933), una de las primeras películas sonoras del cine argentino, y dirigió otras dos: Galería de esperanzas (1934) e Internado (1935).

(16) Famoso autor nacido en Chivilcoy, Pcia. de Buenos Aires en 1888. Fue sainetero y cantor guitarrero; escribía letras sobre tangos ya existentes para cantarlas en sus actuaciones; Así escribió sobre la música de Lita, de Samuel Castriota, los versos de Mi noche triste, que rebautizaron al tango y dieron origen a la etapa del tango-canción. Tras varias estancias en Europa, falleció en Buenos Aires en 1932 atacado de demencia, lo que justifica el calificativo de pobre que Celedonio Flores le da en esta letra.

17) Alude a la pretensión de cualquier hombre mediocre e insignificante de lucir con elegancia y distinción, valores que en ese momento estaban sobradamente representados por Carlos Gardel(1890-1935). Si bien hay consenso en que Gardel nunca llegó a grabar este tango, supuestamente por motivos contractuales (había sido comprado por la Víctor, mientras que Gardel tenía en ese momento contrato exclusivo con Odeón), se sabe que lo tenía incluído en su repertorio para sus presentaciones en vivo. Según se cuenta, llegada esta parte, como un gesto de modestia, él cantaba "sueña con la pinta de Charles Boyer", o, según otras versiones, "Maurice Chevallier", ambos actores muy populares a comienzos de la década del treinta.

(18) Los últimos versos simplemente expresan el profundo afecto del autor por esta esquina porteña y manifiestan su intención de inmortalizarla en un tango, como efectivamente ha sucedido sin duda, ya que se trata de una de las esquinas más famosas de Buenos Aires.

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David Gleiser

El Facón de El Pampa Oberá


Permiso mi comisario, vengo a entregarme señor
Y le traigo este facón aunque esté manchao por sangre
Es sangre de una cobarde que quiso ensuciar mi honor
Sin pedir permiso a Dios, yo mesmo fui el justiciero
Arrancándoles del pecho, a los dos el corazón.

Usted me conoce bien, sabe que no soy matrero
ni soy gaucho pendenciero, pero empresteme atención
allá en mi rancho quedó, sobre la cama tendidos
dos cuerpos que habían vivido con una sola razón
que el de entregarse su amor, tras un engaño escondido.

Yo mesmo levanté el rancho con estas manos señor
Trabajé de sol a sol, pa que tuviera un abrigo
Hice el pozo pal molino y fabriqué las agüadas
Pa´que pudiera mi amada, vivir en forma decente
Era envidia de la gente, los gustos que a ella le daba.

No hay cosechero mejor por estos pagos mi amigo
Las escarchas, el sol y el frío, no pudieron doblegar
Mis ganas de trabajar y al rancho llegar contento
Esperando ese momento para poderla abrazar
Y a mis hijos acunar, sobre mi pecho sediento.

Pero hoy me levanté, tempranito como siempre
Tomé un amargo caliente, y besé a mis angelitos
Ella me alcanzó un abrigo, y apretándome las manos
Me dijo “ volvé temprano, mi amor, que te necesito “
Y tranqueando despacito, rumbeé a la cosecha e granos.

Fue el destino, comisario….Que a la mitad del camino
Me encontrara a mi vecino, que me dejo la noticia
Que hoy había una franquicia y decretaron asueto
Y el patrón como era recto, le dio a toda la peonada
El día libre con paga, por ser día de los muertos.

Y ya me puse contento y el pangaré enderecé
Para mi rancho enfilé pa´disfrutar el momento
La verdad que hacía tiempo que no me daba el gustazo
De tenerla ente mis brazos, con mis cachorros jugar
Largué el caballo al corral, guardé el racado y el lazo.

Abrí la puerta del rancho para darle la sorpresa
Y encontré sobre la mesa, un sombrero gris de paño
Al lao, un facón extraño que cruzaba desde un cinto
Unas botas de carpincho y un pañuelo colorao
Un rebenque bien trenzao y un poncho pampa de abrigo.

Se escuchaban dos gemidos desde la otra habitación
Yo empuñando ese facón, pateé la puerta e la pieza
Y ahí estaba la perversa en los brazos de otro amor
Y de un salto se paró, frente aquel desconocido
Gritando “ largá el cuchillo, te lo pido por favor “.

Mi cuerpo se congeló, y mis ojos se nublaron
Porque en la cama de al lado, dormían mis angelitos
“ hacelo por tus hijitos “ me reprochaba la ingrata
pero ese facón de plata, que sería del estanciero
me temblaba entre los dedos, como pidiendo venganza.

Y ya sin mucha tardanza, la apreté sobre mi cuerpo
Recostado sobre el lecho, volví a sentir su fragancia
Sus labios con esperanza dijeron “ a vos te quiero “
Besé su boca de fuego, como pa´decirle adiós
Y sentí como el facón le atravesaba su cuerpo.

Me persigné ante la cruz, y mirando al estanciero
Le dije “ ahí tenés el fierro, defendete con honor “
Un zarpazo me tiró, ladié para un lao el cuerpo
Le grité por deshonesto voy a calmar mi venganza
Le partí al medio la panza, y al lao de ella cayó muerto.

Aquí tiene mi comisario, este es el facón maldito
Es la prueba del delito que tuvo aquel desengaño
Aunque le parezca extraño, le via a pedir un favor
Entierre junto a los dos, para que Dios se haga cargo
Y a mis cachorros le encargo, pa´que alivien su dolor.

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