Sabiduría gauchesca

Una golondrina muy rebelde decidió no emigrar al norte con sus amigas en invierno.
Con la llegada del frío y al sentirse solitaria, tomó conciencia de su error e intentó volar hacia el calor con sus antiguas compañeras. Pero la temperatura ya era muy baja y apenas tomó razonable altura sus alas se helaron, cayó a tierra prácticamente congelada, sintiendo en sus entrañas que su fin se aproximaba.
Una enorme vaca de 400 kilos que pastaba en las cercanías derramó delicada y sutilmente una importante cantidad de bosta sobre su convaleciente cuerpo. Triste final el mío, se decía entre lágrimas de arrepentimiento la pequeña golondrina. Resignada a su suerte se preparó a recibir a la parca.  Pero casi de inmediato comenzó a notar que su ánimo cambiaba, empezó a sentir que el calor del estiércol le daba abrigo y energía, tanto así que al sentirse calentita, protegida y contenta, se puso a cantar como una loca.

Un enorme gato que pasaba por ahí escucho el sonido de su canto y siguiendo las dulce melodía llegó a la montaña de bosta y con sus garras la separó hasta encontrar a la golondrina cantora y se la comió...

Fin

Moraleja:

No siempre el que te caga es tu enemigo...

No siempre el que te saca de la mierda es tu amigo...

Si estas rodeado de mierda, pero feliz y contento... cerrá el pico.

Arrevoire


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